1er puesto en el Open de París 2017

Sí, ¡conseguimos el primer puesto en el Open de París de 2017!

Por fin, por fin hemos dado un gran paso adelante.

Tardamos dos años en reunirnos como pareja. Por fin se han sentado las bases para que podamos dar un salto hacia arriba, lejos del centro del campo.

No esperábamos esto en París, porque normalmente a Sandra y a mí nos gusta batirnos a nosotros mismos, no necesitamos a otras parejas para eso 🙂

A veces nos esforzamos demasiado rápido, por lo que la concentración y la resistencia disminuyen demasiado pronto.

Pero este día, todo estaba bien, porque no teníamos tiempo para volvernos locos. Acabábamos de llegar a la sede del torneo y estábamos preparándonos cómodamente para el torneo en los vestuarios cuando se desató un alboroto a nuestro alrededor en francés. La dirección había adelantado el torneo. Pero para cuando nos enteramos, ya era hora. Nos estábamos atando los zapatos de baile cuando tuvimos que salir corriendo a la pista.

No hay que calentar, ni rascarse los zapatos, ni beber agua, ¡nada!
Ni siquiera sabíamos en qué ronda íbamos a bailar y cuál iba a ser la secuencia básica del torneo.

Así que observé a las otras parejas, y cuando vi que todas las parejas estaban de pie en el suelo, rápidamente tiré a Sandra detrás de mí al suelo también.

Aunque, o tal vez a pesar de esta prisa, bailamos exuberantemente y ya pensamos en nuestras cabezas que habíamos perdido. Eso no puede ser nada.

Quizás esto fue una constatación muy importante para nosotros, que nos mentalizamos tanto antes de un torneo que llegamos a la primera ronda agotados. En cualquier caso, la falta de preparación imperfecta fue una bendición, porque bailamos completamente relajados y sólo para nosotros. Y eso que bailamos los 5 bailes uno tras otro sin poder abandonar la pista. Pero incluso eso no fue un problema para nosotros esta vez.

El torneo nos demostró que un torneo se decide ya en la cabeza. Si estás demasiado tenso y nervioso, no puedes actuar bien. Si te mantienes relajado y fresco, podrás rendir al máximo.

Desde el primer baile, notamos cómo el público nos celebraba. Realmente no hemos experimentado una audiencia mejor. Quizá los franceses sean muy entusiastas, quizá animen a la mejor pareja. Tal vez fue porque las mejores parejas no estaban presentes. En cualquier caso, nos sorprendió muy positivamente que algunos espectadores incluso bajaran de las gradas para estrecharnos la mano y decirnos lo estupendos que les parecíamos. Al menos eso es lo que dedujimos de sus rostros radiantes, porque no entendíamos ni una palabra del idioma francés. 🙂

Cuando terminó la primera ronda y pudimos recuperar el aliento y ordenarnos mentalmente durante el descanso, recibimos los primeros comentarios de nuestro entrenador Horst Beer. Sólo entonces nos dimos cuenta de que podíamos llegar a la final, e incluso ser líderes.

Esto nos motivó aún más a divertirnos en el suelo y a demostrarlo.

Al final, ¡ganamos el Open de París 2017 con mucha seguridad y con todos los sobresalientes!

Gracias a nuestros entrenadores Félix Castillo y Horst Beer por sus estupendas sesiones de entrenamiento.

Estamos muy contentos y orgullosos de nosotros mismos. Desde luego, no esperábamos que a primera hora de la mañana, en el camino, volviéramos por la tarde con un trofeo.

Y no sólo eso, sino que recibimos un bonito correo de la policía unos días después. Creo que también estaban muy contentos con nuestro resultado, ¿o era por exceso de velocidad? – No lo sé exactamente, no entiendo muy bien el francés 😉